Para acabar con esta trilogía del Bienestar hablaremos de la Dependencia. La palabra con más connotación a nivel Psíquico, emocional y afectivo. Una palabra que surge de la intransigencia de los que deben administrar nuestros recursos económicos y velar por los desvalidos sin recursos que en multitud de casos te relegan a la indigencia. En muchos casos suele pasar factura a los que administran Justicia Social sin rigor ni criterios humanos.
Siendo joven, marché al País Vasco a trabajar y mi sorpresa fue al ver en los parques y jardines a gente con deficiencias Psíquicas y Físicas al cargo de sus monitores y educadores, pero aún fue mayor mi sorpresa cuando los veo en la discoteca divirtiéndose integrados con el resto de la gente. Qué paradoja, yo nunca había visto gente con discapacidad en mi tierra y la que veíamos nos daba miedo, mientras aquí los ocultábamos por el qué dirán, en el País Vasco los sacaban a la calle y los integraban.
Cuando tomemos conciencia de qué es la política, para qué sirven los políticos, cuál es el valor de nuestro voto, lo único que nos permite tomar decisiones libres. Hay que tomar conciencia y pensar que no somos nosotros los que estamos al servicio de los políticos, sino que son ellos los que tienen que estar al servicio de la ciudadanía, al servicio de los más desfavorecidos.
Pensar que nuestro voto no es un cheque en blanco, para pode exigir políticas sociales que mejoren nuestra calidad de vida, pues al final el Bienestar Social es lo que importa.
Dicen que no hay dinero, pero vemos despilfarros por todas partes y en época de crisis acuciante como esta debiera servir para inhabilitarlos y automáticamente meterlos en la cárcel. Esto si que es un crimen hacia los derechos humanos.
Cuando vemos que inhabilitan jueces, cuando vemos a los que denuncian la corrupción, la malversación del dinero público, los cesan en sus puestos de trabajo y les cuesta sacrificios y a veces no consiguen reincorporarse a la vida laboral, qué podemos esperar de nuestros gobernantes que no tienen conciencia crítica y no saben discernir del bien y del mal.
Tú que eres libre decides, de ti depende el cambio del modelo social. Ya está y no es para mejorar.
Texto: Enrique Fernández López
