Hoy comiendo, he oído una frase que se oye muy habitualmente, y que no deja de tener razón. Estos señores tan listos, tan estudiados y tan bien situados, no son capaces de solucionar ningún problema, los tenemos que solucionar nosotros los “tontos”. Esto me sirve de introducción para un hecho que me acaeció. Se me comunica un problema grave en una cubierta de pizarra, por lo cual mi cliente es denunciado, y a la hora de celebrarse el juicio, sale perjudicado y condenado a pagar 90.000€, recurre la sentencia y me avisa a mí, pues necesita un certificado que avale que dicha cubierta sufrió un deterioro a consecuencia de una granizada que perforó las pizarras.
Puesto que el perito manifestó que al ir tres pizarras superpuestas aunque rompa una no tiene porque pasar nada, mentira, las pizarras van ínter correlacionadas entre sí, pero cada una de esas pizarras, necesitan unas de las otras para garantizar la estanqueidad de la cubierta, no vamos a entrar en una clase técnica, solo a manifestar mi decepción, por el hecho de que al dirigirme a un organismo de la Xunta, con prestigio reconocido en el campo de la pizarra, ninguno de los técnicos de grado superior y medio, me manifestaron su apoyo, simplemente, evadieron en pronunciarse al respecto, dejándome a mí la posibilidad de hacerlo yo, argumentando que yo, al ser titulado por la escuela técnica de colocadores de pizarra, y una larga trayectoria profesional en el mundo de las cubiertas de pizarra, me faculta para emitir un informe al respecto.
Manifiesto, que me siento abochornado por esa actitud, puesto que esos temas se dan en clase, se dan en congresos, se dan en ponencias en escuelas superiores de arquitectura e ingeniería. ¿Es que hoy se puede hablar porque dan notoriedad? Y dar un informe sobre hechos concretos ¿No se puede? El dar un informe no implica ir contra nadie, es simple y llanamente manifestar lo evidente, con hechos contrastables, que se pueden rebatir.
A petición de mi cliente Roberto Galdos (Cupica). Cantabria
INFORME TECNICO CORRECTOR DE UNA CUBIERTA DE PIZARRA.
No hace falta mucho esfuerzo para una justificación estética de la pizarra. Su funcionalidad está también fuera de cualquier duda, avalada por su amplia utilización en el tiempo y el espacio.
Por ello, lo que intentamos con este informe, es dar a conocer las técnicas de colocación y ensamblaje, con diversas condiciones, a los múltiples y clásicos problemas de encuentros entre diferentes pendientes, paramentos, empalmes, juntas, de mayor o menor complejidad que exigen, una gran experiencia y un conocimiento serio de la pizarra de techar.
Nos vamos a centrar en los espesores que podemos conseguir conservando el solape (recubrimiento) utilizando pizarras de distintos formatos, podemos conseguir espesores de dos a tres, tres, o incluso cuatro espesores. Lo cual conservando el solape, garantizamos la estanquedad de la cubierta.
Estos espesores no se ven en el plano de cubierta, pero sí se pueden visualizar en los bordes de los laterales del faldón, esto no quiere decir que al hablar de espesores, vayamos a encontrarnos las pizarras superpuestas; no, lo que encontramos, es una ínter correlación de pizarras lo cual acompaño con un gráfico. Cada una de estas pizarras necesita de la otra para garantizar la impermeabilización de la cubierta, por lo cual un elemento de cubrición que falle del soporte, o una pizarra que rompa por cualquier agente corremos el riesgo de tener filtraciones y en consecuencia humedades.
Conclusiones
A la hora de hacer una valoración de una cubierta de pizarra hay que ser muy escrupuloso y estricto, y tener un gran conocimiento de la materia. Estos conocimientos los adquieres, en escuelas técnicas especializadas, y se complementan con la experiencia y la práctica adquirida a través del tiempo y los años.
En una cubierta, podemos encontrar deficiencias mecánico constructivas en su realización, que valorarán los técnicos responsables. En su remate y a través del tiempo terceras personas que suben a hacer una reparación en antenas, limpiar un canalón, una chimenea, etc… Pueden romper una pizarra y no verse, pero se siente al emitir un ruido característico, se aconseja señalarla para su reposición.
También los agentes climatológicos díganse pedrisco o granizo, pueden perjudicar una cubierta de pizarra, tanto si perforan dichas pizarras, como si las dañan creando fisuras con las consecuencias de filtraciones, lo cual crea goteras y en su defecto humedades. Negar esto, es negar lo evidente o en el peor de los casos es tener un desconocimiento parcial o total de este campo.
Para concluir, en el mercado se ofertan empresas especializadas en cubiertas y reparación de pizarra, hecho que avala que pueden surgir deficiencias ajenas a la colocación.
